El trabajo teatral de David Carrillo es sin duda, uno de los mejores del país. No solamente por el atrevimiento de sus propuestas y la destacada puesta en escena con al que siempre nos sorprende, sino por el lenguaje común y verdadero de contar lo que pasa a nuestro alrededor, sin medias tintas ni pelos en la lengua, algo que todavía algunos directores no dejan de omitir involuntariamente o a propósito.

El año pasado pudimos apreciar La Tiendita del Horror, la cual apreciamos por su divertida secuencia y performance. Hoy, dejando de lado ese humor socarrón que lo caracterizó en sus presentaciones artísticas, nos pone sobre el tapete un thriller muy bien logrado y expuesto, narrado con un sentir desgarrador que se antepone a cualquier desatención. Crudo y real, y por supuesto muy asimétrico e injusto todavía en nuestro inconsciente colectivo patriarcal y poco igualitario de la boca para adentro, entre aquellos sentimientos que todavía no calamos de nuestra costumbre arraigada.

Con un destacado elenco conformado por Gisela Ponce de León, Sergio Gjurinovic, David Carrillo, Raúl Sánchez McMillan, Valquiria Huerta, Carol Hernández y la participación especial de Ricky Tosso, esta obra teatral es una inmejorable lección del acecho del hombre hacia la mujer, de sus apetitos carnales que se anteponen a la ecuanimidad, al límite que debemos tener cada uno como persona y ser humano, a los derechos y a una reivindicación de la mujer para escapar de una comunidad sexista, que todavía en nuestro país, la sigue mirando y tratando como objeto.

De la pluma de la dramaturga Rebecca Gilman, esta adaptación de Carrillo encuentra su articulación perfecta con nuestra realidad, en calles tan comunes como Magdalena del Mar, en el derecho de toda mujer de ser hincha de un equipo de futbol (Universitario de Deportes), de ir a un bar sola, de escribir mejor que cualquiera, de entrevistar con enjundiosa altanería y con toda la autoridad del mundo ante un personaje que no respeta ni el mínimo centímetro del cuerpo de una mujer. De decidir que nota o articulo escribir en una sección de revista. Por todo ello, es una exquisita obra que te sobresalta desde que se inicia hasta un final aguerrido, con esos fantasmas que escapan de la soledad y que te abruman si es que planificaste una vida sola.

Por su provocadora puesta, donde la intimidad se pierde, y donde los valores de la amistad, aun no se logran sobreponer sobre la absurda idea de creer que tal vez la mujer fue capaz de iniciar este problema. Con una Gisela Ponce de León, soberbia en la interpretación de su dolor y la paranoia de un aciago acoso que no buscó y que desea escapar ante la indiferencia de una sociedad machista, pasando por un Ricky Tosso, que una vez más nos demuestra que no solo brilla en las tablas para la comedia, hasta un sorprendente Sergio Gjurinovic, que nos sorprende gratamente en su inolvidable actuación, “Chico Encuentra Chica” es una arriesgada propuesta que no debemos dejar de ver y admirar.

Va en el teatro Larco de jueves a lunes a las 8:00pm (lunes populares). NO SE LA PIERDAN